Los atracos y robos están a la orden del día en  el municipio Simón Bolívar, jurisdicción de la Costa Oriental del Lago que no escapa del alto grado de inseguridad que azota a cada uno de sus habitantes y transeúntes.

Argelio Riera, coordinador municipal de Primero Justicia manifiesta, que todo esto  tiene mucho que ver con la corrupción y la falta de voluntad que ha prevalecido en los últimos años para implementar políticas públicas en materia de seguridad. Pasó a ser un lugar tranquilo para convertirse en un área  atractiva para la acción delictiva tanto en su área urbana como rural. 

En este municipio se puede observar como la seguridad  “está en cuatro bloques”,  las unidades están  paralizadas por falta de cauchos, baterías u otras piezas automotrices, que impiden su operatividad.

Señaló, que la tasa de encuadramiento policial, es un estándar internacional establecido por la ONU, para estimar el número de funcionarios policiales de acuerdo a la densidad poblacional. Esta establece que por cada cien mil habitantes debe haber trescientos policías velando por la seguridad ciudadana.

«En Simón Bolívar somos sesenta y cuatro mil habitantes aproximadamente y no contamos ni siquiera con 30 funcionarios policiales», dijo Riera.

Riera resaltó, que solo en una de las tres parroquias qué conforman nuestro municipio, como es el caso de Manuel Manrique,  existe un comando policial y el mismo no reúne las condiciones mínimas para tal fin. Ni siquiera cuenta con un comedor digno para los pocos funcionarios que hay laboran y que por cierto son mal pagados y no  reciben ningún tipo de incentivos o apoyo logístico.

Indicó, que Simón Bolívar es una entidad donde la desidia oficial es el reflejo de cada una de sus urbanizaciones, de su campos petroleros,  hoy en total estado de abandono y carente de los principales servicios públicos,  donde la falta de iluminación de sus principales vías de acceso se convierte en cómplice de los  delincuentes que operan con total libertad en esta jurisdicción.

Simón Bolívar ha sido escenario de hechos sangrientos y trágicos que han dejado llanto y dolor dentro de sus habitantes. El sicariato, la extorsión, el robo a las residencias, los atracos a mano armadas, el robo de vehículo, el abigeato en la zona rural, son razones suficientes para que de una vez por toda se garantice  la seguridad a todos los ciudadanos del municipio.

La seguridad ciudadana forma parte de los derechos constitucionales y  es uno de los deberes del alcalde y del  usurpador gobernador del Estado. Hoy una vez más exigimos a los tres niveles de gobierno,  la urgente creación de la policía municipal de Simón Bolívar. No tiene escusas para no planificar y ejecutar la urgente creación de la policía municipal de Simón Bolívar.

Los representantes de la Cámara Municipal, aliada del alcalde y del gobernador debe estar más al lado de su pueblo y debe velar por que se cumplan las exigencias de las comunidades, sin embargo hay un cuerpo edilicio indiferente a todo lo que sucede en este municipio, concluyó Argelio Riera.