José Gregorio Figueroa: «La escasez de talento»

Sin duda que la difícil situación política, económica, social, que vive nuestro país nos conduce entre otros males, a la escasez de talento.

La diáspora continua de ciudadanos que salen del país en búsqueda de mejores condiciones de vida, agrava aún más la situación.

Nos enfrentamos a una situación donde la demanda de personas con capacidades y habilidades, supera la oferta de ese requerimiento.

Más allá de los miles de compatriotas que salen del país, se suman otros elementos que generan más dificultades.

El tamaño de la administración pública es muy grande en función de los resultados que ofrece.

Por otra parte, el proceso de recuperación de nuestro aparato productivo es muy lento.

El sector privado, en sus actividades de mayor nivel como el industrial, por mencionar un sector, no cuenta con suficiente apoyo de políticas públicas que dinamicen el sector, e igualmente no hay el suficiente personal apto, en cuanto a formación, desarrollo de habilidades y destrezas que le permitan contar con talento humano necesario.

Así como las condiciones de trabajo no son muy motivadoras, al no contarse con salarios dignos, beneficios extras, políticas de formación, motivación y otros elementos que alejan al posible trabajador.

Acá es importante el papel del sector educativo, con planes de formación para el trabajo, y con universidades que cuenten con programas académicos adaptados a las nuevas realidades del mundo laboral.

Esto implica que, con políticas públicas dirigidas a la recuperación del aparato productivo en todas sus áreas, que incluya la necesaria participación del sector privado, con un sector bancario abierto al financiamiento, podrán alcanzarse resultados positivos.

La escasez de talento comienza a ser visible en todo el ambiente laboral.

Las organizaciones que aún luchan por continuar sus actividades se ven muy limitadas.

El desarrollo tecnológico, las condiciones óptimas de trabajo, las fluctuaciones económicas constantes, así como la inseguridad jurídica y política no animan ni permiten nuevas inversiones destinadas a la recuperación del sistema educativo, para ofrecer talento humano en disposición de contribuir a la necesaria recuperación nacional.

José Gregorio Figueroa

@figueroazabala

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