José G. Figueroa: La Gran Espera

El título de estas notas no se refiere al nombre de una película, ni al título de una canción.
Eso se refiere a la urgente necesidad de que el país encuentre los caminos que lo lleven a insertarse mediante políticas públicas acertadas por la senda de la recuperación que requiere el país.
En tal sentido, es vital que el liderazgo político logre conciliar, vencer, dejar a un lado sus diferencias de criterios y pueda conformar un gran bloque nacional de entendimiento.
El proceso de reingeniería, de recuperación de su institucionalidad, del respeto al ciudadano, pasa por entender que estamos con la economía de mayor inflación del mundo, que nuestra actividad económica se ha reducido en 3/4 partes, que el desempleo, inseguridad jurídica, de bienes y personas, destrucción de la infraestructura, de nuestro sistema educativo, salud nos lleva a una diáspora cada vez mayor de ciudadanos que buscan sobrevivir en otros países, que hay un crecimiento asombroso de la informalidad, de la pobreza, y que estamos por debajo de los indicadores que miden crecimiento en sentido positivo con poca capacidad para llevarlo a diversificación y desarrollo.
Estamos sumergidos en una apatía, cansancio, poco atraídos por las ofertas de cambios y con un urgente requerimiento de despertar.
Utilizando términos del profesor Teodulo L.M., estamos en una distopía, es decir, lo contrario a una utopía, nos hemos enamorado de lo malo, del desabastecimiento, escasez, racionamiento eléctrico y de gasolina y hasta celebramos, aplaudiendo y gritando eufóricos que llegó la electricidad y están surtiendo gasolina.
Si no despertamos, seguiremos atrapados en un modelo político que ya ha demostrado sus fracasos en el mundo.
La innovación, tecnología y conocimientos son cada vez más alejados para un país que ya tiene mucho tiempo en espera.
El leve crecimiento económico solo fue un espejismo, el dólar sigue su alza, la caída del consumo ya asombra, con negocios que acuden a cualquier estrategia para sobrevivir.
Esto no es lo que deseamos, pero para ello es necesario pensar en el país y no en ansiedades de poder.
Dr. José Gregorio Figueroa.
@figueroazabala