Apareció una luz en el cementerio. Dicha visión fue del conocimiento público, atrayendo a cientos de personas todas las noches, las cuales se apostaban en las afueras del camposanto para tratar de ver la misteriosa luz relampagueante, que hacía trasnochar a muchos cabimeros a finales de la década de los años 50.

En plena dictadura Perejimenista , las romerías hacía el cementerio comenzaba a las 9 Pm, según era la hora de la aparición, familias enteras se ponían de acuerdo para ir a presenciar un supuesto milagro o espanto.

Cualquier  medio de transporte era bueno para el traslado, camiones, motos, bicicletas, carros   y hasta mulas. Muchas parejas de enamorados iban a ver el espectro y algunos días, como  lo sábados y domingos  se deban cita tanto parroquianos que asemejaban una miniferia con vendedores de café, fororo, cepillados;  pero nada de bebidas alcohólicas, la dictadura no lo permitía.

Antes de cumplir los dos meses desapareció la luz misteriosa, muchos tuvieron la oportunidad de verla. Con la desaparición del supuesto fenómeno, cundió el rumor de que algunas damas que fueron a ver la luz  salieron en estado de gravidez, se divulgó tanto dicho rumor que a quién vieran “barrigón o barrigona” le preguntaban ¿fuiste a ver la luz?

La desaparición de tan publicitada luz se debió a que la Seguridad Nacional con su servicio de inteligencia penetró al camposanto y capturó a dos jóvenes campesinos quienes se trepaban en lo más alto de do frondosos árboles e iluminaban con lámparas la cacería  los alrededores de la zona con el propósito de amedrentar a los que creían en apariciones.

Fueron muy pocas las personas que tuvieron conocimiento del final de esta travesura de dichos jóvenes. La Policía represiva no informaba cuando culminaban los casos que eran investigados y resueltos.

Israel Vicuña/Revista Copaiba