La mandarina es una de las frutas cítricas más populares en el mundo, y tiene como características principal su alto contenido de líquido y gran aporte de fibra y vitaminas.

La mandarina tiene su origen en el trópico de Asia, y es una fruta de alto consumo en el mundo entero dada su facilidad de cultivo y consumo de forma directa.

La mandarina es tan ácida como el limón, y tiene menos vitamina C que la naranja pero su contenido es importante para evitar algunas enfermedades.

La mandarina estimula la formación de anticuerpos necesarios para evitar gripe y otras infecciones.

Se conoce que la mandarina tiene un amplio espectro de acción contra enfermedades inflamatorias.

La mandarina es un antioxidante natural y previene en buena manera al sistema inmunológico.

Se estima que consumir mandarina con una dosis de hierro, mejora en gran manera la absorción del mismo y permitir el incremento de hemoglobina.

Las mandarinas tienen un alto contenido de carotenoides y potasio lo cual permite recuperar líquido y los minerales que has perdido con el ejercicio.

La mandarina es efectiva en la reducción del ácido úrico. Pues permite reducir los niveles de ácido úrico y sus sales gracias al potasio, su gran cantidad de agua y su ácido cítrico.

Durante el embarazo es espacialmente importante prestar atención al nivel ácido úrico.

La mandarina tiene fibra y la hace perfecta para problemas intestinales, dietas y bulimia. El alto contenido en potasio que contienen estos cítricos ayudan en problemas de corazón y tensión así como en casos de bulimia.

Por su contenido de vitamina A, la mandarina ayuda a fortalecer cabello y uñas, además de mantener una buena visión.