Carolina Herrera llenó de amor la pasarela en Nueva York

La marca fundada por la venezolana Carolina Herrera volvió este lunes, 14 de febrero, a las pasarelas de Nueva York.

Se presentó una colección romántica y de colorido floral ante los amantes de la moda y sus seres queridos para el próximo otoño-invierno.

Una paleta de color en rojos profundos, azules, morados, rosados y amarillos le dio vida pasional a las siluetas dramáticas de los vestidos de gala y coctel de varios largos, adornados con grandes moños o mangas voluminosas. También había trajes de pantalón con mucha sastrería, diseñados para ilustrar a una mujer con confianza en sí misma.

«Me pareció bellísimo el desfile«, dijo a Efe la diseñadora, que cedió la batuta creativa de su firma al joven Wes Gordon en 2018, tras ver en primera fila cómo su sucesor desarrolla y moderniza un legado que ha definido la elegancia en la moda durante cuatro décadas.

Aprovechando el día de San Valentín, Gordon presentó una línea para «acelerar el corazón» de las mujeres que la lleven, con una mayoría de conjuntos entallados que abrazaban la silueta femenina en la cintura, mientras que reservó la exuberancia para ocasiones de fiesta.

Con la vertiente más flamenca de Rosalía como hilo musical, la marca usó una paleta en blanco y negro, solos o combinados en un estampado de lazos; gris en el clásico tejido «tweed»; patrones de flores en tonos rosa peonía y azul anémona y mezclas rojo, morado y fucsia.

Entre las piezas más «llevables» se contaron los minivestidos de manga larga y las chaquetas-capa con broche al cuello, mientras que el pantalón fue el gran ausente y las piernas se abrigaron con botas planas y altas hasta el muslo que se ataban a lo largo de la parte posterior.

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