Tan centenaria como El Barroso. Rosa María Pacheco de Malavé de 106 años cuenta su historia

106 años de vida cumplió el pasado 30 de agosto Rosa María Pacheco de Malavé, una mujer nacida en la población de Cumagua en el estado Carabobo, pero que a la edad de 25 años se trasladó hasta Cabimas para visitar a un hermano que residía en el campo petrolero de Concordia, de cual salió luego de contraer matrimonio y ubicar su residencia en la calle Urdaneta del casco central de la Cabimas de la década de los 40.
Se puede decir que esta mujer es tan cabimera con muchas de las nacidas en este pueblo y es aquí donde ha permanecido por 80 años al lado de su único hijo de nombre Humberto Jesús Malavé Pacheco, producto de su unión con Wenceslao Malavé conocido como (Chalao Malavé) margariteño que llegó a este pueblo atraído por el “oro negro” y que años más tarde se dedicó al oficio del comercio en el área de las carnicería en el Mercado Municipal de Cabimas.
En su casa ubicada en la Av. Andrés Bello, sector Amparo en la parroquia Ambrosio, se llevó esta entrevista que fue concedida por Humberto Malavé, quien sirvió para recordar muchos de los hechos que sus padres le llegaron a contar de la Cabimas de ayer.
Rosa María, dispuesta en una cómoda poltrona, sentada en la sala de su residencia, con una voz fuerte pero pausada, con su mirada recorriendo todo a su alrededor, su rostro con rasgos de su avanzada edad que ocultaba tras un ligero maquillaje y sonriente, con sus manos delicadas y sus uñas pintadas de rojo respondía a las preguntas en la medida que su memoria se lo permitía.
Recuerda a una Cabimas bonita de gente amable y apacible, de calles limpias y bonitas, a la gente le gustaba celebrar las fiestas carnavales que eran muy coloridos, alegres y divertidos y en la navidad se compartía con los vecinos.
Esta mujer desde joven le gustaba la costura y ya en su casa en la Calle Urdaneta funda el primer taller de costura en el casco central que llevaba por nombre Rosmary, una combinación de sus dos nombres- donde formó a un gran número de mujeres en el arte del corte y la confección.
Las labores de formación de arte y costura las compartía con la de comerciante en el ramo textil, llegó a tener una tienda de telas y viajaba constantemente a Curazao a buscar mercancía (ropa) que eran esperadas con ansias por las damas de la sociedad, entre ellas recuerda a Rogelia Moronta, madre de la Mis Venezuela 1974 Neyla Moronta, a la esposa de Darío Suárez y a la esposa de Luis Rodolfo Machado, dueño del equipo Águilas del Zulia.
Por la memoria de Rosa María también pasan algunos personajes significativos de Cabimas como es Marcelino “El agüero” encargado de llevar el agua en las latas de Zinc a bordo de un burro, también recuerda la planta El Toro, ubicada detrás de lo que es hoy la Plaza Bolívar.
El sonido de la campana del camión cisterna, también vienen a asu memoria, lo que le indicaba que era la hora de adquirir el kerosen utilizado en las cocinas para la elaboración de los alimentos.
Destaca que a las mujeres les gustaban andar bien vestidas con sus trajes almidonados, con doble fondo, zapatillas, maquilladas sin exageración y los hombres con camisas mangas largas, pantalones de lino y zapatos bien pulidos.


