¡Con un sueldo miserable no se vive!, y ¡sueldo dignos ya! eran las consignas y peticiones que a todo pulmón gritaban un nutrido grupo de docentes de los diferentes niveles educativos la mañana de este lunes  9 de enero durante su concentración pacífica y cívica en la Plaza Bolívar de Cabimas.

Los docentes señalan  que lo devengado actualmente representa una bofetada a su dignidad y a su preparación profesional a la cual han dedicado tiempo y dinero y que hoy lamentablemente es pisoteado por el gobierno nacional que se hace oídos sordos a sus peticiones.   

María Cumare de Mendoza, docente universitaria  jubilada, apoyando a los docente se plegó a esta protesta  cívica, “no se está llamado a huelga ni a abandonar los puestos de trabajos, seguiremos desde nuestros lugares de trabajo reclamando lo que es justo y que por ley nos corresponde”.

Por su  parte Zaida Rapillosa, docente de la Escuela María Chiquínquira Báez recalcó que es imposible que un docente sobreviva con una economía dolarizada y con un sueldo paupérrimo con lo cual no se puede mantener a nuestros hijos y al hogar”.

Con sus pancartas en manos los maestros y profesores le hacen un llamado al Presidente de la República y a la Ministra de Educación para que de una vez por toda se cumpla con la firma de un contrato justo acorde a la realidad económica del país  y que se mejoren las condiciones contractuales de los docentes de todos los niveles educativos.

Escuelas católicas también protestan

Igualmente desde sus sitios de trabajo los docentes y personal directivo de la Unidad Educativa Católica Juan XXII,  ubicada en la parroquia Ambrosio de Cabimas también protestó la mañana de este lunes 9 de enero  dentro de su propia seda y en los alrededores de la misma  sin abandonar sus aulas de clases.

El Pbro. Jorge Rincón, director de la institución educativa manifestó  que desde este sitio de trabajo se congregó el personal docente para recibir a los estudiantes a su regreso a clases para lo que es el segundo momento educativo o segundo lapso y en hora del receso salió una comisión a las afueras del plantel para que se revise el  contrato y que se ajusten el salario.

Con pitos, banderas, pancartas, el grupo de docentes, personal administrativo y obrero alzó su voz en rechazo  a las condiciones actuales a las cuales deben de vivir con un salario de hambre que los está matando.

“Para formar buenos ciudadanos, los maestros también necesitan ser bien remunerados “manifestaban los docentes de la U.E. Juan XXIII.