La tarde de este miércoles 1 de febrero se dio a conocer el lamentable fallecimiento a los 91 años de edad de Ana Isabel Pineda, mejor conocida como Isabel, la carismática vendedora de periódicos y revistas en la esquina de la calle Colón con calle El Rosario en el casco central de Cabimas.  

Isabel  desde muy tempranas horas de la madrugada, se ubicaba en su tarantín  de madera  y protegidos por grandes candados y un trozo de tela para cubrirse de los rayos del sol y desde allí ofrecer sus productos a los comerciantes, estudiantes, políticos, médicos  y transeúntes que a diario circulaban por este lugar .

Ana Isabel por más de 60 años permaneció en este oficio el cual comenzó en compañía de su esposo el Sr.Rosales, conocido en su entorno como el popular Pérez Soto (llamado así por su gran parecido con el gobernador del Zulia para esa época), pero lamentablemente  falleció a temprana edad , quedando ella al frente de este negocio y de la familia, según lo reseña Abdias  Lagunas en Cabimas en el Tiempo.

El puesto de  venta de periódicos, revistas, café, cigarrillos y caramelos era una referencia para  muchos periodistas de la localidad, quienes se trasladaban al lugar para compartir un rato con Doña Isabel,  quien sentada en su butaca de madera   y fue testigo de muchos acontecimientos históricos de Cabimas, lo cual le permitió ganarse el aprecio de muchos de ellos.

Al Castro, José “Cachumba”Romero, Carlos  Fuenmayor, Ferdinado Gamarro, Gerso Zambrano , Alexis  Sierra, Jogli Vera, Geralda Santeliz, entre otros formaron parte de los periodistas y reporteros gráficos que la conocieron y apreciaron por su humildad y  ser una gran madre y mujer a todo terreno como le decían.

 Igualmente Isabel hacia alarde de sus ventas diarias de la prensa escrita ,  ningún periódico se abollaba, el que más se vendía era CRITICA, además tenía clientes fijos a quienes debía guardar los periódicos  y revistas y era amiga de gerentes de bancos , del recordado médico del pueblo como le decían a Charelly  y también de Plinio Arterio,Betancurt, Rosales,Reinoso, Suárez  y de los grandes  comerciantes  como Eduardo Nava, Edmundo Muir y sin dejar de mencionar a los líderes políticos de su época como José Bauzá.

Ella desde este modesto kiosco de madera era una mujer  muy reconocida, quien llegó a recibir reconocimientos como personaje emblemático de la ciudad y en el Día Internacional de la mujer.

Su avanzada edad y problemas de salud alejaron a Doña Isabel de su kiosco de periódico, el cual es  hoy un testigo mudo de tantas anécdotas,  tertulias mañaneras y cuentos que se inventaban en ese lugar.

Foto: Abdias  Lagunas en Cabimas en el Tiempo.