Cabimas: Paralizado en un 90% el transporte colectivo

El desabastecimiento de gasolina obliga a los trabajadores del volante a  pasar más horas en las estaciones de servicio que cumplir con las rutas  del transporte colectivo.

En una verdadera odisea se ha convertido hacer uso del servicio de transporte de pasajeros en el municipio Cabimas de la Costa Oriental del Lago, por muchas razones, y los afectados son los pasajeros de 17 rutas, en su gran mayoría desaparecidas por falta de unidades.

A seis meses del 2019, el servicio de transporte en el municipio zuliano no ha cambiado en nada, solo para peor, ahora la soledad reina con mayor intensidad en el área comercial de  la ciudad, la falta de unidades impide a la colectividad trasladarse con la frecuencia que anteriormente lo hacía para el centro, entidades bancarias, oficinas municipales,colegios, universidades, centros asistenciales,  cuando ahora se ha sumado una nueva situación a la crisis que vive el país;   la falta de gasolina.

En un recorrido realizado por la Terminal de Pasajeros del Centro Cívico de Cabimas, se pudo  observar  la ausencia de las unidades, las paradas totalmente vacías, los pocos pasajeros ante el cansancio y la fatiga de estar de pie esperando un “carro por puesto” deciden caminar, otros buscan alternativas como recurrir a otras rutas; de las pocas que quedan, para  acortar la distancia, sin embargo la situación tiende a empeorar, cuando no hay respuestas de los entes  gubernamentales  encargados para solucionar este problema de servicio público.

De un parque automotor de cinco mil unidades, ni 50 de ellas se encuentran laborando en la actualidad, la falta de repuestos (caucho, baterías y partes automotrices), han convertido a los carros por puestos en chatarras que reposan en los hogares de los conductores, apuntó Alcides Toyo, directivo del Sindicato de transporte de Cabimas.

Piratas y chirrincheras

La actividad del transporte público se viene cumpliendo medianamente gracias a los llamados “piratas”, algunos con permisos de la Dirección de Transporte y otras por su propia cuenta. Choferes particulares ofrecen el servicio   para lograr conseguir algo de efectivo, pero en las horas pico desaparecen de la terminal terrestre; obligando a las decenas de usuarios a caminar largos trechos en pleno sol, para llegar a su destino. Esta es la realidad en la Cabimas petrolera.

En los dos últimos años, la situación se ha agudiza al extremo  de tener que  recurrir a las llamadas “Chirrincheras” y otras unidades improvisadas para movilizar a la gran cantidad de pasajeros que se ubican a lo largo y ancho de todas las arterias viales de la ciudad de Cabimas.

Camionetas, trencitos, buses universitarios, transportes escolares, unidades militares se han sumando en alguna oportunidad a cumplir estas funciones de movilizar pasajeros de un lado a otro. Ahora con la crisis del combustible estos vehículos tampoco se reportan en las horas pico por la Terminal Terrestre. Muchas de ellas con años de servicio, se deterioraron aún más cuando sus dueños decidieron colocarlas al servicio del transporte público, las mismas ya han colapsado en su gran mayoría.

A este municipio con una población de unos 400 mil habitantes apenas le fueron asignados cinco buses You Tong, los cuales fueron ubicados de forma estratégica en rutas con mayor demanda, para lograr beneficiar a un mayor número de la población, sin embargo no fue suficiente y los pasajeros a diario se quejan por su ausencia y reclaman una flotilla mayor de unidades que puedan movilizar a  más pasajeros, que deben esperar largas horas en sus paradas o caminar para poder llegar a sus hogares, liceos, sitios de trabajo, entre otros.

Tanto el alcalde de Cabimas, como el gobernador del Zulia tienen conocimiento de la situación en este municipio, pero han sido muy pocos los paliativos implementados, entre ellos la dotación de cauchos y baterías a un mínimo grupo de trabajadores del volante, situación catalogadas por los propios transportistas como medidas populistas para beneficiar a enchufados que están con el proceso de la revolución.

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