Cabimas: Desolada, triste y apagada luce el área comercial
La ciudad de Cabimas, se posicionaba como la segunda más grande, y se encuentra ahora en la ruinas. El empleo escasea y los comercios de la zona cierran sus puertas ante las crisis venezolana.
La falta de inversión en proyectos que puedan solucionar sus graves problemas de servicio público (agua, vialidad, colectores, alumbrado público, gasificación, transporte, telecomunicaciones) alejan a Cabimas de cualquier posibilidad de inversión tanto nacional como extranjera, a pesar de su magnífica posición geográfica y por sus antecedentes petroleros, hoy el municipio en general luce desolado, triste y apagado.
La algarabía de su gente solo puede ser de 8 de la mañana hasta las 2 de la tarde si se encuentra en el área del casco central, ya que se rigen de acuerdo al cronograma de racionamiento eléctrico. En otros sectores depende del horario correspondiente, situación que limita a los habituales compradores, visitantes y a toda aquella persona que desee distraerse en algunas de estas áreas.
Situación a la cual se suma la ausencia de unidades de transporte disponible para mover a la población; de 5mil vehículos que conformaban el parque automotor menos del 10% se encuentra aun circulando.
También se adiciona a este rosario de calamidades, la falta de poder adquisitivo como el papel moneda, que tampoco está circulando con la frecuencia ni la cantidad acostumbrada. Sin dejar de mencionar el caos de las comunicaciones (internet, Cantv, Tv por cable) que no permiten el uso de los puntos de ventas, lo cual aleja a un más a los compradores de asistir al área comercial de la Cabimas del futuro, como la llama el alcalde de la ciudad.
Pasear por la avenida Independencia o mejor conocida como Avenida Principal, deja un sabor amargo entre los hijos de esta ciudad, que aún siguen de pie y optimista de continuar en la tierra que los vio nacer, a pesar de todos estos problemas y la falta de fuentes de empleos muchos se resisten de salir de Cabimas; la tierra del Oro Negro, de la gaita, de la Virgen del Rosario y de San Benito, de la tradicional arepa cabimera y de otras cosas más que la identifican como ciudad o municipio pujante de la COL.
La vitrinas de los centros comerciales están vacías, sus fachadas descoloridas y en franco deterioro, sin dejar de mencionar la gran cantidad de establecimientos comerciales, restaurantes, puestos de comidas rápidas que eran iconos de la ciudad, que se vieron en
la necesidad de bajar sus Santamaría. La crisis se lo llevó todo. Muchos se preguntan, ¿dónde quedaron los proyectos de modernización de la ciudad? Mientras que desde tierras lejanas, a la que la situación país los llevó; otros sueñan con regresar a esta su casa, al terruño donde vieron la luz por primera vez, con el deseo de encontrar una ciudad prospera, con gente alegre, optimista, emprendedora. Sin embargo, la imagen de la Cabimas actual, dice todo lo contrario. ¿Tendrá dolientes esta ciudad? Es otra pregunta que muchos se hace.