Amor en tiempos de pandemia

En los momentos de crisis es cuando se pone a prueba cuanto de amor hay en  una pareja y hasta donde su relación está  dispuesta  a  soportar ciertas circunstancias difíciles de la vida. En medio de esta pandemia del coronavirus  el amor también ha sufrido de sus altas y bajas.   

 El (Covid-19) afectó a todos los países del mundo y cambió de arriba a abajo la vida que vivíamos antes de la pandemia. Siendo la situación así, claro que el coronavirus tuvo también un gran impacto en cómo se ve el amor en estos días.    

¿Cómo ha afectado la pandemia de la COVID-19 a las relaciones de pareja? Al parecer, no de la misma forma a todas: mientras que las relaciones funcionales han mejorado, las parejas que ya se hallaban en crisis han continuado yendo cuesta abajo. Dicho de otro modo, las parejas felices se han vuelto más felices, y las infelices, más infelices.

Sin embargo, en promedio, el nivel de satisfacción con la relación ha continuado igual. A esta conclusión ha llegado un estudio longitudinal, que casualmente comenzó poco antes de la pandemia. Los resultados se publican en Psychological Science.

En diciembre de 2019, la psicóloga Hannah Williamson, de la Universidad de Texas en Austin, reclutó a 1200 personas a través de una plataforma en línea. Alrededor de 650 de ellas tomaron parte en dos encuestas posteriores más que se realizaron a finales de marzo y de abril de 2020. En ese período, los contactos sociales en Estados Unidos estaban limitados; también se cerraron las escuelas. De los encuestados, casi dos tercios estaban casados y, en promedio, llevaban unos 13 años de relación. Alrededor del 90 por ciento vivían juntos y más del 40 por ciento tenían hijos menores de edad.

Todos los participantes proporcionaron información sobre lo felices y satisfechos que estaban con su relación, los conflictos de pareja y el modo en que interpretaban las críticas o la falta de atención de su consorte. También se les preguntó acerca de los factores de estrés. A causa de la pandemia, tres cuartas partes se sintieron aislados, un 41 por ciento ganó menos dinero y un 12 por ciento perdió su trabajo.

Sorprendentemente, ello no se reflejó en la satisfacción con la relación de pareja: desde un inicio, los sujetos se mostraron razonablemente satisfechos con su relación, con un promedio de 15,5 puntos (en una escala de 0 a 25), media que no cambió de forma notable durante los dos primeros meses de la pandemia. Sin embargo, las cosas cambiaban cuando se tenían en cuenta los conflictos de pareja. Si había pocas peleas y malestar en la relación, la satisfacción aumentaba aún más: de 17 a 18 puntos. Si los conflictos ya existían, la satisfacción, que era menor desde el principio, se reducía todavía más, hasta llegar por debajo de 13,5 puntos, valor que se relaciona con los problemas en una pareja, señala Williamson.

En resumen, la satisfacción aumentó y las atribuciones desadaptativas disminuyeron en las parejas con un funcionamiento más positivo, mientras que en las que presentaban un funcionamiento más bajo sucedía a la inversa. Pero esos efectos básicamente se equilibraron: «Las primeras semanas de la pandemia, en promedio, la satisfacción de las relaciones no se redujo», escribe Williamson. Los participantes incluso perdonaron más a su pareja y tomaron de forma menos personal un comportamiento negativo. Al parecer, culpaban a la pandemia y a sus consecuencias de cualquier problema.

Investigación y Ciencia

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