Nuevamente el gobernador del Zulia, Omar Prieto anuncia nuevas acciones para evaluar el cierre definitivo del Centro de Arresto Preventivo de la COL, ubicado en el sector La Misión, parroquia Ambrosio del municipio Cabimas, sin embargo sigue siendo incierto cuál será el destino de los reclusos que allí se encuentran esperando pagar condena.

José Meleán, abogado y miembro de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos destacó, que no es la primera vez que el mandatario regional  hace referencia sobre la situación del Retén de Cabimas y de su posible cierre.

Desde el año 2019, el gobierno regional tomó la decisión de cerrarlo tras conflictos armados entre los internos con el Comando Antiextorsión y Secuestro de la Guardia Nacional Bolivariana (CONAS) y la detonación de granadas en sui interior. Ahora, este  9 de marzo, el gobernador del Zulia vuelve a señalar su cierre, pero para ello se trasladó  hasta la ciudad de Cabimas una comisión del Ministerio del Poder Popular para el servicio Penitenciario para evaluar esta posibilidad y que el  primer paso será el traslado de al menos 450 reclusos, ya con condenas establecidas, pero dejando al aire cuál sería el destino final para estos seres que cometieron un error y que deben pagar por el mismo.

“ En mi condición de Comisionado de los Derechos Humanos, quiero decir que el gobernador del Zulia es un mentiroso, no habla con la verdad y quiero mantener esta denuncia, ya que él no puede seguir jugando con el sentimiento de los familias de los más de mil 600 reos que están hacinados en este centro de arresto preventivo, donde prolifera la tuberculosis, la sarna, hay problemas de suministro de alimentos, de medicinas, de servicios públicos tan elementales para el ser humano”, dijo José Meleán .

 Resaltó, que más de 96% de los procesados que están en el Retén de Cabimas son del estado Zulia y sus familiares se sienten angustiados al no tener certeza cuál será su destino para pagar su condena, ya que el gobernador habla y habla pero no define nada en concreto.

Recordó, que el resto de las cárceles del país también registran problemas de hacinamiento, de enfermedades de transmisión, donde la tuberculosis es su peor enemigo y así lo han reflejado las investigaciones realizadas por el Observatorio Venezolano de Prisiones.