De Ciudad Ojeda a Luxemburgo: Cuando el deporte ayuda más a la integración del inmigrante

Un niño migrante venezolano inició el camino al lado de su familia al encuentro de una sociedad que es diferente y representando un gran reto.
Como muchas familias en Ciudad Ojeda, y el resto del país, el hogar de Eliab Cárdenas tuvo un giro al tener que emigrar a Luxemburgo, un pequeño país de Europa con claras diferencias con la localidad zuliana.
Allá, lo primero que debería de enfrentar es el idioma, luego el clima, quizás algo de la alimentación, pero quizás lo más complicado es “lograr encajar” en un nuevo circulo social y conocer compañeros en su etapa como adolescente.
Pocas veces se les ha preguntado a los niños cómo se sienten al emigrar, al final de cuenta, es una decisión de los padres por un mejor futuro.
Eliab no practicaba deportes en Venezuela, o por lo menos no de forma recurrente, pero hubo una actividad que le gustó en la fría Luxemburgo.
“Nosotros emigramos en 2019; para ese momento mi hijo había estudiado primaria en los colegios Narciso Yépez y Miguel Acosta; y como todo, es un cambio que requiere de mucha adaptación”, dijo Jusnei Carolina, madre de Eliab.

Algo le llamó la atención: Un adolescente citojense en Luxemburgo
Durante las actividades extraescolares de la escuela, luego de practicar algunas áreas, hubo una que generó en Eliab un interés especial.
“Cuando comenzó a practicar bádminton, se dieron cuenta que le gustaba, además de tener talento. Luego de hacerle el llamado en la escuela ha participado en varios torneos”, apuntó la orgullosa madre.
Eliab viene de un proceso de captación que realiza la Federación de Bádminton de Luxemburgo y ya su nombre está entre los talentos en formación representando a la ciudad de Hesperange.
Eliab representa la pequeña comunidad, pero asegura Jusnei que su hijo siempre juega con la camiseta de la Vinotinto pues siente que lo hace por su país.
Tiene cerca de un año practicando bádminton y representa la comuna donde viven.
“Siempre que tiene juegos se pone la camiseta de la Vinotinto. Por lo pronto, participa en torneos nacionales. Al principio era como un pasatiempo, pero ahora lo tiene como una responsabilidad”, apuntó.
Eliab está inscrito en la liga de Luxemburgo y eso le ha permitido integrarse más.
“La recepción en este país es buena, pero cuando hay un deporte de por medio, las relaciones aumentan la integración como migrantes; ha sido un plus, pero la verdad es que siempre nos han tratado bien”, expresa Jusnei Carolina.
El bádminton en ese país es muy popular, y se posiciona como uno de los deportes con más seguidores. Luxemburgo es un país que tiene solo 639 mil habitantes.
Eliab Cárdenas apenas inicia un camino que quizás lo lleve a estar entre los mejores en el bádminton, pero seguro, este sendero lo lleva a un proceso de integración que le permite crecer más como ciudadano migrante.
Este pequeño citojense siente orgullo de donde viene, y como la mayoría de migrantes, desea dejar un buen ejemplo al lado de sus padres.
De acuerdo al portal Papagayo News, los venezolanos en Luxemburgo resaltan la tranquilidad, el inclemente clima, que puede llegar a -19 grados.
También extrañan un poco la salsa y el merengue, pero no la Harina PAN, pues se puede conseguir en las tiendas.
Pese a las solicitudes de asilo y visas que se otorgaron a varias decenas de venezolanos, en el último año, el gobierno de Luxemburgo ha elevado las restricciones.
Con información Periodista Manuel Arends