Un nuevo caso relacionado con el uso de pólvora volvió a encender las alarmas en Medellín, Colombia. Lacy, una perrita de compañía, murió luego de lanzarse desde un octavo piso durante un episodio de pánico provocado por fuertes detonaciones registradas en su sector.
Aunque fue trasladada de inmediato a un centro veterinario, los especialistas no lograron salvarle la vida.
Horas antes, otro perro había resultado lesionado tras escapar descontrolado por el miedo generado por los estallidos. El animal fue atropellado, y aunque no sufrió politraumatismos graves, veterinarios confirmaron que presenta estrés severo y comportamientos agresivos asociados al terror vivido.
La Alcaldía de Medellín reiteró que los riesgos de la pólvora no se limitan a las quemaduras o intoxicaciones en personas, sino que también afectan gravemente a los animales domésticos y la fauna silvestre, que reaccionan de forma extrema a los estallidos, vibraciones y olores de los artefactos pirotécnicos.
Las autoridades alertaron que muchos animales pueden presentar taquicardia, desorientación, ataques de pánico, pérdida de control y huidas intempestivas, situaciones que suelen derivar en accidentes, conductas agresivas y traumas de larga duración.
En otro caso, un perro fue atropellado luego de huir al escuchar detonaciones. Aunque no presenta politraumatismos graves, el equipo veterinario indicó que permanece bajo estrés severo y con comportamientos agresivos asociados al miedo experimentado.
La subsecretaría de Protección y Bienestar Animal, Elizabeth Coral, señaló que estos episodios muestran que los animales no necesitan estar cerca de la pólvora para verse afectados.
Explicó que el ruido, la vibración y el olor pueden provocar crisis de pánico, huidas, accidentes y alteraciones en el comportamiento que, en algunos casos, se prolongan por semanas o meses. Desde la entidad reiteraron el llamado a evitar el uso de pólvora durante las festividades.
La Administración Distrital advirtió que la pólvora no es una práctica inofensiva, pues genera daños, sufrimiento y puede costar vidas. El Área Metropolitana del Valle de Aburrá y el Parque de la Conservación también reportaron los primeros animales afectados por los estallidos en esta temporada.

