Para hablar de Cabimas tendríamos que hacer una división histórica en un antes y un después de El Barroso II, hecho ocurrido un 14 de diciembre de 1.922.

El reventón de El Barroso II, o conocido también como el R4, atrajo la mirada de decenas de empresas trasnacionales de todo el mundo.

Estos 102 años de El Barroso II guardan un estrecho paralelismo con el crecimiento de Cabimas.

La pequeña aldea que vivía del comercio, la pesca y algún rubro agrícola, cambió para siempre.

No había carreteras de concreto, ni agua potable, tampoco tendidos eléctricos, ni mucho menos transporte público, salvo algunas pequeñas embarcaciones que venían desde Maracaibo.

En contexto, en 1.914 comienza la producción de El Zumaque, Mene Grande, primer pozo petrolero comercial en Venezuela, y que advirtió que la región de la Costa Oriental del Lago tenía potencial.

Así comenzó una frenética exploración geológica en la denominada Costa Bolívar (toda la zona oriental del lago de Maracaibo).

La Venezuelan Oil Concessions Ltd. tenía el derecho de exploración.

La concesión del campo La Rosa, en la zona del hato Los Barrosos o Las Barrosas, estuvo marcada por la trampa, el autoritarismo y también de la influencia de una dictadura que no brindaba derechos.

Es así como Antonio Aranguren logra quedarse con una propiedad que más tarde comenzaría a explorar.

Aranguren arrendó unas tierras, propiedad de los Romero Villasmil, en un contrato “extraño”, y terminó de expropiar la propiedad.

Así comenzó la exploración de varios pozos. En 1913, el primero, R1 o Santa Barbara I, no produjo.

En 1916, el segundo, R2 o Santa Barbara II solo produjo 260 barriles diarios y no fue atractivo para las grandes transnacionales.

Luego, perforan El Barroso I, el cual fue una decepción pues tampoco produjo.

Seis años después, en mayo de 1922 comienza la exploración de El Barroso II. Pero la perforación se retrasó varios meses ya que el taladro se atascó.

Pasaron varios meses, pues debieron trasladar un técnico especialista desde los Países Bajos, para poder reactivar la perforación.

Luego de siete meses, trabajando en horas de la madrugada del 14 de diciembre ocurrió el reventón. 

Hasta ese momento, Cabimas era una simple aldea, un caserío al este del Zulia, sin mayor potencial.

Tras el reventón aparecieron los primeros campamentos petroleros.

Se comenzaron a diferenciar las clases sociales. Venezolanos del resto del país venían a la pequeña Cabimas.

El comercio se potenció y los caseríos La Rosa, Cabimas, La Misión, entre otros, se fueron uniendo hasta ser una sola población.

La cuadrícula de las vías, de acuerdo a cada pozo que iban descubriendo, fue creando las primeras calles que expandieron la ciudad.

Así, surgió la H, I, J, K, L, y otras más; y también las avenidas, que eran trazados de 4 en 4.

Así, por ejemplo, la 31 siguiendo la 32, 33 y 34. Sucesivamente la 41, 42, 43 y 44 hasta las 81, 82, 83, 84.

El centro de Cabimas fue experimentando cambios, la pequeña plaza fue tomando forma, la avenida principal también, así como la simbólica iglesia de Nuestra Señora del Rosario.

La calle Independencia (Principal) se fue extendiendo, igual que las calles Rosario, Miranda, Bolívar, Páez, entre otras.

El primer hospital se construye en la calle Rosario, lo que en la actualidad son oficinas administrativas de la Universidad Nacional Experimental Rafael María Baralt.

Y mientras Cabimas fue creciendo, se fueron descubriendo más pozos.

Cabe destacar que la producción del pozo El Barroso II solo duró por 10 años, pero su impacto sigue vigente, luego de un siglo de historia.

Y así como muchas cosas en nuestra querida Cabimas, fue arrojado entre los recovecos del pasado hasta que un día fue recordado, y en el lugar donde habría sido redescubierto se construyó una plaza como monumento en 1980.

“…y brotó a chorros la providencial calamidad. Aventó válvulas, alzó negra columna gigantesca, inundó tierras, alimentó durante varios días lluvia pringosa, esparcida por el viento y bajo la cual se ennegrecieron los campos y pereció ganado……” este es un fragmento de la célebre novela “Sobre la Misma Tierra” de Don Rómulo Gallegos.

Petróleo y Cabimas

En 1924 llegaron los primeros carros a Cabimas.

Se estima que para 1917 solo había en Cabimas 5.000 habitantes. Y para 1926 la población era de 25 mil ciudadanos.

A la par de expandía la industria en Cabimas con el patio de tanques en La Lago, Talleres Centrales de La Salina y la isla artificial para almacenamiento.

En estas décadas decenas de campos se ubicaron en la ciudad con ese toque de arquitectura norteamericana.

La primera torre de agua, ubicada en el centro, fue inaugurada por Marcos Pérez Jiménez en 1953.

El petróleo también generó inversiones: La Standard Oil de Nelson Rockefeller, llegó a Venezuela como Lago Petroleum (Creole).

Rockefeller vino en persona a Venezuela y decidió invertir. Así fundó la Compañía Anónima Distribuidora de Alimentos (CADA), que fue la primera cadena de Supermercados del país y que tuvo varias sedes en Cabimas.

Se amplía la Lara-Zulia, se construye la Intercomunal, entre otras vías, producto de la bonanza petrolera.

Así, a finales del siglo XX se construyen un moderno hospital, se amplían avenidas, y llegan otras obras.

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