Aunque las malas noticias son las que predominan en los titulares sobre los migrantes venezolanos, una historia brilla por la gallardía de un chico de Falcón en Perú.

Un joven venezolano tomó la decisión de ayudar, pero no de cualquier manera; los gritos de una chica lo alarmaron y lanzado en su moto persiguió al maleante.

Jean Cordones Arends, es de Coro, pero tiene varios años en Lima, Perú; ya ha hecho su vida, y de alguna, manera goza de cierta estabilidad.

Los hechos fueron en San Martín de Porres, Lima, luego que una ciudadana gritaba pues le habían robado el teléfono, justo en ese instante Jean pasaba en su moto y escuchó los gritos de auxilio.

Otro hubiese seguido su camino, pero Jean tomó la determinación más arriesgada, decidió perseguir al sujeto.

“Yo vi que el sujeto salió corriendo, la verdad no sabía si iba armado o no, el instinto me dijo que lo siguiera; vi que se cayó y perdió velocidad, di la vuelta y lo perseguí. La persecución se extendió por varias tres cuadras”, explicó.

Jean se adelantó al sujeto, y lo esperó una cuadra más arriba por donde estimó pasaría; cuando el ladrón lo vio pretendía robarle, y el falconiano se defendió a golpes y lo dejó aturdido, recuperando el teléfono.  

No pudo atraparlo, pero cumplió con la acción de su vida para luego devolver el móvil a la joven peruana.

“No hagas eso, eres un loco, te puede pasar algo. Quizás tengan razón, pero creo que para algo venimos a esta vida, estas cosas son las que nos vamos a llevar a la tumba. No es el dinero, lujos o físico. Son las acciones y el conocimiento que marcan y perduran a través del tiempo e incluso después de la muerte. No es la primera vez que me pasa, pero si la primera vez que lo documento” publicó el joven venezolano en sus redes sociales.

Jean logró alcanzar al sujeto y quitarle el teléfono, y pese al riesgo, quedó satisfecho con lo realizado. Autoridades llegaron al lugar para verificar lo sucedido.

En un país, en donde los venezolanos son señalados, estas acciones dignifican el gentilicio venezolano, que, en su gran mayoría, son personas de bien.