En España. Venezolana ‘cazaba’ víctimas por medio de Badoo y las asaltaba

Una venezolana se valió de las redes sociales y se hacía llamar Dulce Ángel, en España, y contactar a hombres en la web para luego robarlos. Hay varias víctimas, una de ellas fatal, y por ello está detenida junto a su pareja.
La prensa la identificó como Hedangeline Candy Arrieta. Pactaba citas con hombres a través de la red social Badoo. “Les ofrecía encuentros íntimos en Zaragoza, España”. Las autoridades descubrieron el modo de operar luego de haber localizado el cuerpo de un empresario enterrado, quien habría sido una de las últimas víctimas de la mujer.
Cerca del lugar del hallazgo, la Policía encontró la casa de la mujer, de 34 años, donde guardaba objetos robados a sus víctimas, que permitieron descubrir más detalles del modo de operar de Arrieta, dice el sitio web de Prensa Libre.
Según la investigación, Arrieta operaba junto a su pareja, Mohamed Achraf, de 35 años, quien golpeaba a las víctimas para despojarlas de sus pertenencias. Entre los objetos robados por la venezolana y su pareja, la Policía encontró un palo de golf, lentes graduados que utilizaba una de sus víctimas, una bolsa de viaje y joyas.
Además, investigan el paradero de un vehículo que robaron a uno de los hombres y que luego vendieron por internet, por el que obtuvieron unos 10 mil euros.
La Policía capturó a la mujer y a su pareja, y ahora ambos enfrentan múltiples cargos por la muerte de un hombre y otros delitos graves.
En el portal del diario español ABC reseñan esta dantesca historia así: “Daniela Mendoza, Bella, Dulce Ángel… Eran algunos de los «nick» (apodos) que ponían nombre a la voluptuosidad de una venezolana en las redes sociales.
Su favorita era «Badoo», web de citas personales, donde camelaba a los hombres con sutilezas sexuales más explícitas cuando caían en su trampa. Ella era el gancho y la mitad del binomio criminal (trinomio a veces) que secuestró, robó, ató con bridas y propinó brutales palizas y descargas eléctricas a dos hombres en Zaragoza. Al tercero, lo mataron. Dulce Ángel y su novio lo enterraron vivo, según ha confirmado la autopsia, tras romperle el cráneo y las costillas”.
«Habían diseñado una peculiar trama que denota una meticulosa planificación previa», señala la Guardia Civil en su atestado en el que detallan las aberraciones y la violencia que empleaban. Desde el 5 de octubre Hedangeline Candy Arrieta, de 34 años, y Mohamed Achraf, de 35, están en prisión.
“Florin J., camionero rumano de 37 años, fue su primera víctima. Quedó con Daniela Mendoza, dominicana, a través de «Badoo» el pasado 26 de julio en Gallur (Zaragoza). Ella le pidió que la llevara a casa de su abuelo a recoger una chaqueta. Dos individuos lo sacaron a la fuerza de su Renault Clio, lo tiraron al suelo, le ataron bridas en las muñecas y los pies, lo enlazaron con una cuerda de pies y manos y lo amordazaron con cinta americana. «Ya sabes lo que te va a pasar si no colaboras», le amenazaron con un cuchillo en el cuello mientras le daban descargas eléctricas. Le quitaron hasta las zapatillas. Cuando les dio el pin de su tarjeta lo abandonaron atado en un cañaveral. La falsa Daniela rebuscaba en el coche mientras sus compinches se cebaban”.
“Julián L., empresario de 59 años divorciado que vive en Tudela, contactó con «Bella», brasileña, también en «Badoo». Llegó hasta la localidad zaragozana de Luceni en tren, el 4 de septiembre, y allí empezó la pesadilla. En un camino de tierra le golpearon con una llave inglesa en la cabeza”. Echó a correr mientras ella gritaba que lo mataran. “La mujer montó una pistola y le apuntó a la cabeza. Creyó que lo iban a matar. Como a Florin, lo ataron y amordazaron. Le robaron todo: 650 euros y sus pertenencias. Querían que su familia pagara 12.000 euros por el rescate, si no le cortarían un dedo. «Hacedme lo que queráis, ellos como mucho os pueden dar mil euros», les dijo. «Te vamos a tirar a un río», fue la amenaza de Bella. Lo dejaron encapuchado y malherido en mitad de un campo”.
«Si no me lo paso bien, vuelvo pronto. Si no regreso en todo el fin de semana, el lunes me voy directo al trabajo». El informático de Getxo (Vizcaya) José Antonio Delgado Fresnedo, de 54 años, se despidió de sus padres el pasado 6 de septiembre como algunos viernes. A su amigo Fernando le contó que había quedado con una mujer a través de la red de contactos «Badoo» y que tal vez irían a Zaragoza. El martes 10 su padre denunció su desaparición ante la Ertainzta. Llevaba dinero y tarjetas, unas mudas de ropa y su flamante Mercedes C220 coupé rojo. Ese día era el cumpleaños de su hermana y no la llamó para felicitarla. Era la primera vez en su vida.