Este 24 de octubre se cumplió 31 años de la creación del Centro Histórico de Cabimas, institución que por años se mantuvo preservando la memoria del cabimense.

 En el año de 1989 un grupo de personas  preocupadas por el pasado histórico de la ciudad que los vio nacer, donde han crecido y han formado sus hogares, decidieron constituir la institución que pudiera ahondar en la búsqueda de las raíces a sabiendas que el trabajo de investigación requiere de tiempo y de paciencia. 

José Bauza, presidente del Concejo Municipal del extinto Distrito Bolívar, fue pilar fundamental para concretar la fundación del Centro Histórico de Cabimas  desde el punto de vista legal, sus promotores  y fundadores ya venían realizando un trabajo  como grupo organizado, plasmando vivencias propias  o contadas y hurgando o escarbando  en los cubículos del tiempo, cuanto constituye el cimiento  de la memoria como pueblo, hasta convertir  todo ello en el escudo de una identidad que se llama Cabimas.

Han transcurrido tres décadas desde aquel 24 de octubre de 1989, muchas han sido las vicisitudes sufridas, la obra se concretó y el Centro Histórico logra su asiento en el Edificio del Instituto Municipal de la Cultura donde funcionó primeramente el Hospital  Adolfo D´Empaire, en la calle Rosario, lo que hoy conocen como la Casa de la Cultura.

Con el paso del tiempo, el Centro Historio de Cabimas se convirtió en punto de referencia dentro del sector educativo desde primaria hasta universitaria y de apoyo a los periodistas e investigadores,  como de todas aquellas personas que quisieran conocer el pasado histórico de Cabimas;  por el pasillo principal de la Casa de la Cultura fueron muchos los estudiantes que caminaron hasta llegar al pequeño  cubículo  que albergaba una amplia colección de libros, folletos, revistas, mapas, afiches, todo  referentes a la historia local, desde sus símbolos municipales, fechas emblemáticas, personajes populares, arquitectura, sitios históricos, leyendas, mitos, fabulas, todo aquello que el visitante quisiera conocer junto a una pequeña colección   de artículos de prensa que resaltaban aspectos de la Cabimas de ayer y del presente.

Desde este lugar Israel Vicuña y Pedro Estrada como cronista de la ciudad, recibían a la muchedumbre, acompañados de Yamila Vicuña y del resto de la directiva que conformaban al Centro Histórico  entre ellos Guillermo Mogollón, Alba Quintero, María Malaver, Nancy Pulgar, Luís González.

El Centro Histórico de Cabimas es miembro correspondiente de la Academia de Historia del estado Zulia, lo cual evidencia el trabajo realizado como ente rector del conocimiento histórico de nuestro pueblo.

COPAIBA su órgano informativo

El Centro Histórico de Cabimas contaba con una publicación impresa como órgano informativo donde se recopilaba de manera detallada aspectos relevantes de episodios dentro de la vida de Cabimas, relatada por su protagonistas o sacadas de documentación ya registrada con el fin de servir de estímulo a la lectura del pasado histórico de la ciudad. Copaiba era el nombre de esta publicación que hacía honor al árbol de Cabimas, símbolo representativo de la ciudad.

En el olvido 

En la actualidad el Centro Histórico se encuentra apagado, sus puertas desde hace más de cinco años se cerraron por falta de apoyo gubernamental y de promesas que nunca se concretaron y que permitieron que el paso del tiempo hiciera estragos sobre importante documentación que dentro de esas cuatros paredes que servían de oficina receptora para la atención del público, se fueran muriendo ahogadas por el agua de lluvia y la humedad  que se filtraba por su deteriorado techo, todo esto lo llevó a sucumbir como institución.

El amor de los miembros del Centro Histórico por mantenerlo como la fuerza viva que llevará a organizar y a mantener la historia local, difundirla y darla a conocer  como lo estuvo haciendo por varios años Pedro Estrada en su condición de directivo y como Cronista del municipio no pudo con la falta de apoyo económico, de patrocinio para continuar con esta lucha de dar a conocer el pasado histórico de la ciudad para mantenerlo vivo dentro de la generación del presente y del futuro.