El equipo perfecto, es la única denominación que puede darse al campeón de la Champions League, ganó 11 de 11 partidos y se impuso ante un PSG que puso resistencia pero no pudo.

Joshua Kimmich aplicó la fórmula que tantas ventajas les da a los del Bayern Múnich. Recibió el balón a la altura de la medialuna y sacó un preciso centro con dirección a Coman, nada que hacer por la defensa parisina, sólo y sin rival, el francés hizo el gol de la víctoria.

Pero Manuel Neuer hizo lo que debía hacer, tapar dos ocasiones claras de gol con sus piernas, su mejor fuerte.

De ésta forma el Bayern gana su segundo triplete y su sexta Champions. Además igualó la mejor racha de victorias seguidas en toda la historia de la Copa de Europa (11, todas las de esta temporada) establecida por primera vez por el Barcelona entre agosto de 2002 y febrero de 2003).